Visita en el Fuerte Simserhof
¡En plena Línea Maginot!
Siempre fue uno de esos lugares en los que deseaba un día
poner el pie: la mítica Línea Maginot.
Y este año se me presentó por fin la oportunidad.
Retornando de unas jornadas inolvidables en familia en
Eurodisney, la disculpa ideal fue parar a dormir en algún
sitio fronterizo, para con mucha calma conducir al día
siguiente a Munich. Este "algún sitio" resultó ser (ya lo
había escogido previamente a propósito) el pueblo francés
de Bitche, a tan sólo 4 km de uno de los fuertes de la
Línea Maginot mejor conservados, el Fuerte de Simsehorf.
Situada en pleno corazón de la zona (preciosa) de bosques y
colinas de Lorena, Bitche es un pequeño pueblo de unos 5000
habitantes, tranquilísimo, como tuvimos la suerte de
comprobar paseando sólos por el pueblo y desviándonos por
la zona del río, donde tan sólo nos cruzamos con un par de
personas. El hotel-pensión donde dormimos estaba (otra cosa
que escogí "por casualidad") justo enfrente de la ciudadela
fortificada sobre la colina del pueblo. Èsta es la foto que
tomé desde el aparcamiento del hotel:
La fortificación de Bitche tiene su historia. Fue
inicialmente levantada hacia el 1624 sobre la base de un
antiguo castillo medieval. Destruída poco despúes, fue
reconstruída y reforzada en 1740, demostrando ser
inexpugnable hasta el siglo XX, resistiendo fieros ataques
de los ejércitos austriacos, durante las guerras con
Napoleón en 1815, así como repeliendo asedios de tropas
alemanas durante la guerra franco-prusiana en 1870.
Anexionada tras la victoria alemana en 1871, Bitche se
mantuvo integrada en Alemania hasta el final de la Primera
Guerra Mundial.
Debido a su importancia estratégica y excelente
fortificación, la ciudadela pasaría a integrase en la
década de los treinta como una parte de la zona defensiva
dentro de la Línea Maginot.
Durante la Segunda Guerra Mundial, tropas alemanas ocuparon
el lugar, siendo liberado por los americanos (por la 100
División de Infantería) tras una serie de batallas en marzo
de 1945, dentro de la Operación Undertone.
Para disfrutar de más fotos sobre la fortificación y el
pueblo, podéis daros un paseo por
Wikipedia.
Tras pernoctar en Bitche, y como ya mencioné más arriba, a
sólo cinco minutos en coche de la Línea Maginot, llegamos
al aparcamiento para visitar el Fuerte de Simserhof. Aquí
abajo podéis ver la foto decorativa que se encuentra en el
aparcamiento de este histórico lugar:
Desde el aparcamiento os esperan una media hora de
caminata, simplemente preciosa, entre bosques, con caminos
muy bien marcados, que parecen no acabarse nunca. De vez en
cuando hay claros donde se divisan colinas a lo lejos,
todas cubiertas por bosques. Si no fuera por alguna que
otra casamata que podréis ver en el camino, uno jamás
tendría la impresión de estar caminando sobre una de las
fortalezas subterráneas más emblemáticas de la historia
moderna.
Al cabo de un buen rato se puede ya divisar la entrada al
fuerte. Un edificio de madera, muy moderno en su interior,
alberga la tienda del museo, los aseos y un
café-restaurante donde disfrutamos de un buen desayuno.
Tuvimos la suerte de ser de los primeros en llegar al
lugar, así que la tranquilidad era absoluta. Los caminos
que salen de esta zona, al fondo a la derecha podéis ver
uno de ellos, os llevarán alrededor de la Línea Maginot en
medio de bosques, en la más absoluta tranquilidad. La
próxima vez que estemos por estos lugares lo haremos
seguro.
A modo de exposición tienen colocados varias casamatas de
tanques con artillería ligera, usada de forma esporádica en
alguna zona concreta de la fortificación.
Lo que más impresiona a primera vista es sin duda alguna la
entrada al Fuerte de Simserhof. Perfectamente conservada en
su estado natural, no es raro que el gobierno francés
propusiera ya en la década de los sesenta que este fuerte
se convirtiera en museo, siendo hoy en día, bajo propiedad
del Ministerio de Defensa, el mejor restaurado y de mayor
infraestructura para visitas de todos cuantos formaron
parte en su día de la Línea Maginot. Aún hoy pueden verse
perfectamente los dos emplazamientos para las
ametralladoras y el lanzador de granadas que guardaban esta
entrada (la principal, para uso de tropa) con el añadido de
un cañón antitanque de 37mm que todavía sigue en su sitio
amenazador.
El Fuerte de Simserhof fue construído entre 1929 y 1938,
con un coste final de 118 millones de francos por aquel
entonces, más o menos como 30 millones de euros hoy en día.
Casi como los otros fuertes que se enlazaban entre sí para
formar en su conjunto la Línea Maginot, el de Simserhof se
componía de una sección de combate y una de apoyo. Había
dos entradas principales, una para la munición y otra para
la tropa. Un tren eléctrico circulaba por el interior de la
galería principal conectando los distintos bloques.
Para que os hagáis una idea de las enormes dimensiones del
fuerte, los bloques de combate se econtraban a más de 1,5
kilómetros de la entrada. La profundidad media de todas las
galerías era de 27 metros bajo tierra.
En total había ocho bloques de combate en Simserhof. El
Bloque 1 albergaba una torreta replegable, bien bajo tierra
completamente para portegerse de ataques de artilería
pesada, o bien desplegada hacia arriba para realizar fuego
de cobertura con ametralladoras. En el Bloque 1 también
había un cañón de 135mm y un cañón antitanque de 47mm. El
Bloque 2 tenía un puesto de observación, un emplazamiento
de mortero de 81mm, y diversos nidos blindados de
ametralladoras de diversos calibres. Bloque 3, muy parecido
al 2, también con un mortero de 81mm y varias
ametralladoras. El Bloque 4 era como el 1, con un cañón de
135mm y varios emplazamientos para amtralladoras, uno de
ellos también replegable. El Bloque 5 tenía tres cañones de
75mm, emplazamientos para fuego de ametralladora o fusil y
un lanzador de granadas. El Bloque 6 era igual que el 5. El
7 contaba con un cañón de 135mm y emplazamientos para fuego
de armas ligeras. El Bloque 8 contaba con una torreta
replegable dotada de dos cañones de 75mm.
Paseando por los alrededores podríais llegar a ver las doce
casamatas del Fuerte de Simserhof. Debido a razones
familiares decidimos ir por la visita rápida, de unos 45
minutos, circulando en tren por el interior del fuerte, de
galería en galería. Lógicamente os aconsejaría la visita
larga, de unas tres horas, con guías en inglés o en
francés, que no sólo os mostrarán el interior, sino tambíen
algunas de las casamatas de la guarnición a las
afueras.
En el Fuerte de Simserhof sirvieron 28 oficiales y 792
soldados de diversos regimientos de infantería y artillería
del ejército francés. Todos estaban encuadrados bajo el
mando del V Ejército.
El 21 de Agosto la guarnición entró en estado de alerta,
con preparativos para una entrada en la guerra inmediata a
partir del 2 de Septiembre. El 12 de Octubre de 1939 sus
casamatas abrieron por primera vez fuego, con un cañón de
75mm dando fuego de cobertura a una patrulla de infantería
en misión de reconocimiento.
Mientras el tren nos iba llevando de galería en galería,
viendo sólo las más grandes en nuestra corta visita de 45
minutos, pudimos ver muy de cerca varias piezas de
artillería que habían sido utilizadas en Simserhof en
aquellos dramáticos días.
El 10 de Mayo de 1940 los alemanes lanzaron sus Divisiones
Panzer sobre Occidente, llevando la Guerra Relámpago hasta
Francia. Contrariamente a lo que los estrategas franceses
habían previsto al construir la Línea Maginot, los alemanes
atacaron por el Norte, violando la neutralidad de
Luxemburgo, Bélgica y Holanda. Se llegaba así a una
situación totalmente absurda para tal fortificación, que
jamás había sido proyectada para defenderse de ataques por
su retaguardia.
El 13 de Junio de 1940 la situación empezaba a ser
preocupante. Las tropas francesas estacionadas entre los
fuertes de la Línea Maginot, comenzaron a retirarse a otros
sectores.
El plan era que el Fuerte de Simserhof cubriera una
retirada organizada de las diviones estacionadas en tierra.
Y acto seguido la guarnición debería retirarse también,
tras poner fuera de uso sus cañones principales.
El plan no marchó como se esperaba y para el 16 de junio el
Teniente Coronel Bonlarron al mando de Simserhof, ordenó
los preparativos para resistir un asedio.
La suerte de otros fuertes de la zona fue muy diverso. El
de Welschoff se rindió a los alemanes el 24 de junio. El de
Simserhof por el contrario, continuó resistiendo,
disparando el mismo día de la rendición de Welschoff, más
de 13.000 proyectiles en defensa del fuerte vecino de
Rohrbach, que estaba siendo sometido a duros ataques.
Los alemanes trataron de ofrecer la rendición a los fuertes
que aún combatían, pero los oficiales al mando continuaban
resistiendo, pensando que el Alto Mando Francés aún
peleaba, y esperando órdenes directas de sus superiores.
Èstas llegarían unos días más tarde, el 30 de Junio, cuando
se les dio órdenes de rendirse a los alemanes, entregando
sus fortificaciones a los vencedores.
Aprovechando estas instalaciones inmejorables, y
ayundándose de mano de obra local, mecánicos franceses que
mantenían la maquinaria a punto, los alemanes usarían
Simserhof como almacén de torpedos, pieza vital en la
guerra submarina que en aquél momento alcanzaba su apogeo.
Y así seguirían las cosas hasta noviembre de 1944, cuando
elementos de la 25 División de Granaderos Panzer se hizo
fuerte en Simserhof resistiendo las duras embestidas de la
44 División de Infantería norteamericana, que atacaban la
guarnición usando tanques cazacarros y regimientos de
ingenieros, que estaban asignados a atacar cada uno de los
bloques individualmente. Tras cinco días de intensos
enfrentamientos, los alemanes abandonaron la guarnición por
una de las salidas de emergencia, dejando tras de sí
trampas y minas personales por las instalaciones.
Hubo más rifi-rafes en la guarnición, a principios de 1945,
con los alemanes regresenado al fuerte y ocupándolo por
unos días durante la Operación Nordwind, siendo finalmente
reocupado por tropas americanas el 15 de marzo de 1945,
fecha en la que fue liberado también el pueblo de Bitche.
Aquí abajo podéis ver unos vídeos tomados con mi móvil,
que os darán una idea de la visita, corta pero intensa, a
este lugar tan histórico.
Haced click sobre cada imágen y podréis ver mis vídeos
youtube sobre Simserhof.
Tras la guerra los aliados reforzaron los fuertes, entre
ellos el de Simserhof, pensando en usarlos contra un
eventual ataque soviético. Para 1951 el fuerte de Simserhof
formaba parte del Mòle de Bitche, uno de los puntos fuertes
de defensa en la zona occidental, preveyendo una invasión
soviética a través del sur de Alemania.
Las cosas cambiarían a finales de la década de los
cincuenta, con el Gobierno Francés más decidido a invertir
en tecnología nuclear, cediendo el Fuerte Simserhof como
museo, bajo propiedad directa del Ministerio de Defensa,
como ya he mencionado más arriba.
La visita al fuerte de Simserhof es muy recomendable. Tanto
por su altísimo contenido histórico y militar, sin olvidar
el pueblo vecino de Bitche, como por el esplendor de la
naturaleza tan bonita que os vais a encontrar a su
alrededor, y en general en toda la Región de Lorena, esta
visita os gustará segurísimo. Nosotros la hicimos con
nuestro hijo, y se lo pasó en grande. Si algún día andáis
por aquí cerca,
¡no os perdáis el Fuerte de Simserhof!
Para más información aquí os dejó dos páginas web que os
van a ayudar mucho, también en el caso que queráis visitar
otros fuertes de la Línea Maginot, como Fort Fermont,
Michelsberg, Hackenberg o Fort Casso. Haced click sobre las
fotos de abajo para ir a las respectivas webs.
¡¡Un saludo y hasta la próxima!!
Texto, vídeos y fotos son
copyright ©
2013
de Raúl Corral